En un contexto de creciente tensión política, diversas fuentes han señalado que elementos del PRI y del PAN están orquestando esfuerzos para desestabilizar Puebla. Estas acciones incluyen la generación de violencia y la implementación de montajes con las denominadas «mapacheras», estrategias que buscan influir negativamente en la percepción pública y alterar el proceso electoral.
Una Historia Repetida: El Caso de Edomex
No es la primera vez que se observa este tipo de maniobras. En las pasadas elecciones en el Estado de México, cuando Delfina Gómez se impuso en las urnas, se registraron similares intentos de desestabilización por parte de los mismos actores. Las tácticas incluyeron la desinformación y la creación de un ambiente de incertidumbre y caos, intentando erosionar la confianza en el proceso democrático.
La Operación de los Vestigios del PRI y la Pasividad del PAN
Estos movimientos parecen ser una repetición de las viejas prácticas del PRI, con una participación activa en la desestabilización y la generación de conflictos. Por otro lado, el PAN ha adoptado una postura pasiva, sin tomar acciones concretas y limitándose a proteger sus bastiones tradicionales. Esta combinación de factores crea un clima propicio para la manipulación y el intento de socavar el orden democrático.
Es imperativo que la ciudadanía esté atenta y no se deje engañar por estas tácticas. La transparencia y la vigilancia activa son cruciales para asegurar un proceso electoral limpio y justo en Puebla.
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